ICEI/INCIPE-CERI
ENCUENTRO HISPANO-ASIATICO
23-04-01
LA LENGUA ESPAÑOLA EN ASIA
Fernando R. Lafuente

El español es una lengua en crecimiento prácticamente desde el siglo XVI, y con el tiempo no ha dejado de extenderse. A finales del siglo XIX había unos 60 millones de hablantes. Hoy, con casi 400 millones, es la cuarta lengua más hablada del mundo, tras el chino, el inglés y el hindi, y todo indica que ni ha tocado techo ni lo tocará en el siglo XXI. Los hablantes de español son -si se tiene en cuenta sólo las naciones donde es lengua oficial- alrededor del 6 por ciento de la población mundial, frente al 8,9 por ciento de los hablantes de inglés o, por ejemplo, el 1,8 por ciento de los hablantes de francés.

Igual de significativo resulta que el español lo hable el 94,6 por ciento de la población que vive en países donde es lengua oficial, porcentaje muy superior al 34,6 por ciento del francés o el 27,6 por ciento del inglés, así como que sea lengua materna en cuatro continentes. Las proyecciones más prudentes, como las que ofrece el anuario del Instituto Cervantes sobre El español en el mundo, prevén que en el año 2050 habrá alrededor de 550 millones de hablantes de español sólo en los países donde es lengua oficial. Quedan fuera, por tanto, los hispanos de Estados Unidos y quienes lo hablan como segunda o tercera lengua, lo que incrementaría notablemente su número.

El español es hoy, dentro de su diversidad, probablemente el idioma más homogéneo de entre todas las grandes lenguas internacionales y, por tanto, corre escasos riesgos de fragmentación. Es una lengua geográficamente compacta, pues los hablantes se concentran sobre todo en el continente americano, donde residen nueve de cada diez. Es, además, una lengua de prestigio de primer orden, que ha dado a la cultura universal la creación de la novela moderna, una lengua jalonada de excepcionales obras maestras, en la que ha escrito un abigarrado conjunto de espléndidos autores que, más allá de las fronteras nacionales, se consideran de manera unánime como algo común por parte de todos los hablantes. La dimensión cultural es sin duda una de las grandes cualidades del español, y lo prueban los miles de hispanistas que desde hace dos siglos y en casi cualquier rincón del mundo se dedican a estudiarla. También los creadores son conscientes de ello. Pocos días antes de recibir el Oscar a la mejor película en lengua no inglesa por Todo sobre mi madre, Pedro Almodóvar lo dedicó “a nuestro idioma, que es el que hace que mis películas sean como son”.

El español es el idioma oficial de una veintena de países del mundo y una de las tres lenguas que habitualmente se consideran oficiales y de trabajo en múltiples organismos internacionales. Que el español se convierta en una de las dos grandes lenguas de comunicación internacional es el gran reto que ahora debe afrontar. Hay ya mucho camino andado: el peso demográfico, la homogeneidad lingüística –dentro de una extraordinaria y fertilísima diversidad- y el que se trate de una gran lengua de cultura contribuyen decisivamente a alcanzar el objetivo.

Hay que tener en cuenta otro aspecto: la importancia decisiva de Iberoamérica, donde viven nueve de cada diez hablantes. Por ello, la consolidación de la democracia, el desarrollo económico y la apertura de mercados de las naciones iberoamericanas son claves para la expansión del español en el mundo, y de manera especial en la sociedad de la información. La mejor estrategia posible pasa, pues, por la colaboración de la veintena de países hispanohablantes en todos los campos. Es decir, ni un paso sin Iberoamérica.

Diez años después

La Alianza Francesa se fundó en 1883, la Sociedad Dante Alighieri en 1889, el Consejo Británico en 1934, el Instituto Goethe en 1951 y el Instituto Cervantes en 1991. Son fechas tan significativas que no necesitan comentarios, aunque bueno será apuntar uno: las naciones sólo salen al exterior cuando se sienten seguras de sí mismas.

Diez años después de su creación, el Instituto Cervantes tiene 34 centros -serán ocho dentro de unos meses- en 23 países y un Centro Virtual Cervantes en internet (http://www.cervantes.es), ha superado las 60.000 matrículas, forma a casi 7.000 profesores al año, gestiona los Diplomas de Español con más de 16.000 candidatos, organiza una media de 13 actos culturales todos los días del curso académico, sus bibliotecas atraen a más de medio millón de lectores, utiliza y difunde los avances de

la sociedad de la información aplicados a la lengua española y a la cultura en español y, en definitiva, se vuelca en lo que una revista italiana de política internacional ha denominado "el activismo del Instituto Cervantes".

Y el activismo prende. En una reciente encuesta, el 66 por ciento de los españoles consultados se declaraban convencidos de que el español será una de las lenguas dominantes en el mundo en el próximo siglo. Lo mismo se piensa en otros lugares. Así, el anuario del año 2000 del prestigioso semanario The Economist dedicaba uno de sus cinco editoriales a comentar la influencia creciente de las naciones de lengua española, y concluía: "dentro de poco, el mundo comprenderá que globalización es una palabra española".

En parecidos términos se han expresado otros influyentes medios de comunicación, así como conocidos expertos en la sociedad digital. A principios del año 2000, el diario italiano Il Corriere della Sera animaba a sus lectores a estudiar español porque es de gran utilidad -explicaba- para encontrar trabajo en diseño, alta tecnología, química, banca, sector inmobilitario, turismo, hostelería, enseñanza e ingeniería aeronáutica. Algo antes, The New York Times titulaba en primera página: "Para hablar como un neoyoquino, aprenda español".

La entrega del anuario del Instituto El español en el mundo correspondiente al año 2000 ha confirmado, con todas las cautelas y sin ninguna autocomplacencia, estas impresiones. El anuario, imprescindible obra de referencia, estudia de forma minuciosa la situación del español en Estados Unidos y en su sistema de enseñanza, y se detiene sobre todo en el caso de Miami. Analiza también el estado del español en Brasil y en Extremo Oriente, así como en el mundo de la tecnología y en internet. Una de las claves para la difusión de un idioma es la vitalidad de su enseñanza. En el caso del español, la demanda se ha multiplicado, en su conjunto, al menos por dos en los últimos años. El peso del español en todo el continente americano ha influido de manera decisiva en las preferencias por el estudio de la lengua en Europa y en regiones y países del Pacífico, como Japón y China, que tienen intereses muy diversos en el nuevo mundo. Si los intercambios comerciales entre Iberoamérica y China crecieron el 66 por ciento sólo en un año -en 1999-, en Japón el número de estudiantes universitarios ha aumentado en más de un 150 por ciento. En Francia, el español -que estudia el 65 por ciento de los alumnos de enseñanza secundaria- y el inglés dominan casi por completo el sistema educativo. Ello se debe, según el presidente de la Asociación de Profesores de Lenguas Vivas, a que "la demanda de las familias se inclina cada vez de forma más masiva por 'estrategias de seguridad', simbolizadas por el español y el inglés".

En Estados Unidos, el español se enseña en el 80 por ciento de las escuelas que ofrecen lenguas distintas al inglés y en más del 90 por ciento de los colegios de enseñanza media, y lo aprenden dos de cada tres universitarios que estudian idiomas.

La evolución de Brasil hacia el aprendizaje del español ha sido espectacular en los últimos diez años, y se ha acentuado tras la entrada en vigor de Mercosur, el extraordinario aumento de las inversiones españolas y de las relaciones comerciales con España, así como por el peso de la cultura en español. El propio Ministro de Educación ha afirmado que la expansión del español en Brasil es "una tendencia natural". La promoción del español supone universalizar la actuación y la presencia del Instituto Cervantes, aunque también delimitar con claridad cuáles son las áreas de especial interés y concentrar en ellas los esfuerzos. Estados Unidos y Brasil, así como Extremo Oriente, constrituyen las zonas prioritarias.

El Instituto Cervantes ha elaborado un plan de expansión para los próximos años que se asienta en tres modelos distintos de centros: creación de nuevas sedes propias, puesta en marcha de la red de centros asociados y acreditados y desarrollo de las Aulas Cervantes. El Instituto inaugurará en los próximos meses ocho nuevas sedes. Dos de ellas estarán situadas en Estados Unidos, en concreto en Albuquerque y en Washington. Las restantes se ubicarán en Río de Janeiro, Estambul, Berlín, Moscú, Pekín y Tokio. Además, estrenará nuevos y más espaciosos edificios en otras tres ciudades: Sao Paulo, Burdeos y Nueva York.

El segundo modelo es la red de Centros Asociados. Los organismos públicos o privados de cualquier lugar del mundo que enseñen español como segunda lengua serán reconocidos como centros asociados al Instituto Cervantes siempre que ofrezcan una enseñanza de calidad, formen a sus profesores, favorezcan la difusión de la cultura en español y apoyen la actividad empresarial en el campo de la enseñanza del español. En España, los centros asociados se denominarán centros acreditados. La nueva red será decisiva para expandir el ámbito de actuación del Instituto y, por tanto, para promocionar la enseñanza de la lengua española y atender la demanda creciente con garantías de calidad y eficacia. Aún antes de hacerse hecho público, se habían recibido ya más de cien solicitudes de todo el mundo, desde Japón y Rusia a Suiza, Portugal, Estados Unidos y Brasil.

Las Aulas Cervantes son centros de apoyo y de recursos para universidades e instituciones educativas. Las primeras se han abierto en las Universidades San Clemente de Ojrid de Sofía (Bulgaria), Carolina de Praga (República Checa) y Eötvos Lorand de Budapest (Hungría). Las siguientes se inaugurarán en Nanjing (China) y en Hanoi (Vietnam).

La invitación

El siempre sabio y sagaz Martín de Riquer ha afirmado que en todo el Quijote sólo hay una ironía que ha pasado de moda. Es esta, perteneciente a la dedicatoria de la segunda parte al conde de Lemos: "Y el que más ha mostrado desearle [el Quijote] ha sido el grande emperador de la China, pues en lengua chinesca habrá un mes que me escribió una carta con un propio pidiéndome o por mejor decir suplicándome se le enviase, porque quería fundar un colegio donde se leyese la lengua castellana y quería que el libro que se leyese fuese el de la historia de don Quijote"1 . Como dice Riquer, Cervantes creía en los últimos meses de su vida que imaginar un colegio en China donde se enseñara el español, y con su propia novela como libro de texto, era algo tan quimérico que podría divertir a los lectores 2 .

En efecto, aquella broma disparatada es hoy una realidad, tal como ha mostrado Taciana Fisac en un documentado trabajo incluido en el anuario del año 2000 del Instituto Cervantes El español en el mundo 3 . Según la profesora Fisac, la proyección internacional de España y la modificación de su imagen exterior han despertado la atención en el Lejano Oriente hacia el mundo cultural español, aunque el interés por la lengua española en Asia Oriental está unido, sobre todo, al potencial de las relaciones con Iberoamérica. El impulso que el español ha adquirido en Estados Unidos es un aliciente añadido.

1 Miguel de Cervantes, Don Quijote de la Mancha. Edición del Instituto Cervantes, dirigida por Francisco
Rico. Barcelona: Instituto Cervantes - Crítica, 1998, pg. 622. 2 Martín de Riquer, Nueva aproximación al Quijote. Barcelona: Teide, 1993, pg. 167. 3 Taciana Fisac, “La enseñanza del español en Asia Oriental”, en El español en el mundo. Anuario del
Instituto Cervantes. Barcelona: Plaza & Janés – Círculo de Lectores – Instituto Cervantes, 2000, pp. 229-298.

En China, por cada estudiante universitario de español hay 60 candidatos que no pueden cursar los estudios, por lo que la demanda real está en torno a las 50.000 personas. Los estudiantes, que deben pasar un difícil examen de admisión, saben que sus posibilidades de encontrar empleo son totales. La cifra de personas que han hecho estudios superiores de español se calcula en unas 5.000, y en la actualidad hay alrededor de 200 profesores. La Agencia Española de Cooperación Internacional subvenciona diez lectorados, a los que hay que añadir los profesores visitantes que proceden de universidades españolas.

En Japón hay 60.000 estudiantes universitarios de español -que muestran mayor interés hacia el conocimiento práctico de la lengua que hacia los aspectos culturales-, 18 universidades con departamentos de lengua española y entre 115 y 140 centros de enseñanza superior en los que se enseña el idioma. La Asociación de Hispanistas tiene alrededor de 400 miembros. Una cadena de televisión ofrece dos días por semana un programa de español, y una emisora de radio emite de lunes a sábado un curso de 20 minutos: la audiencia de ambas oscila entre las 100.000 y las 200.000 personas. Numerosas academias privadas enseñan también español.

En Corea del Sur hay entre 2.500 y 3.000 estudiantes universitarios de español en 29 universidades (14 con departamentos de lengua española) y en las tres academias militares, atendidos por 75 profesores. En la enseñanza secundaria lo estudian 20.000 alumnos, y hay cursos de español en la radio. Además, entre 30 y 40 academias privadas se dedican a la enseñanza del español, así como empresas y otros organismos lo incluyen en la formación de sus empleados. La Asociación Coreana de Hispanistas tiene 200 miembros. Unos 400 candidatos se presentan anualmente a las pruebas para obtener el Diploma de Español, gestionado por el Instituto Cervantes.

En Taiwan, en el curso 1999-2000 hubo 2.227 estudiantes universitarios de español en cinco centros de educación superior (cuatro, con departamento de lengua española). Hay que añadir numerosas academias privadas, clases particulares para ejecutivos de empresas, academias militares y los cursos que se ofrecen a los mejores licenciados de diversas especialidades en la institución dedicada al comercio internacional (Consejo de Comercio Exterior de China). En la enseñanza superior hay alrededor de 96 profesores. En Filipinas, el Instituto Cervantes de Manila ha multiplicado por tres sus matrículas en los últimos años, al alcanzar las 2.300 el pasado curso.

Plan para Asia y el Pacífico

El Instituto Cervantes tiene previsto desarrollar un amplio plan de expansión para la región de Asia y el Pacífico en los próximos años que engloba tres grandes objetivos: el primero se refiere a la labor cultural y a la proyección de la lengua española, el segundo pretende reforzar la imagen de España en la zona y el tercero atañe a la cooperación para el desarrollo en las materias propias del Instituto.

En la actualidad la labor que desarrolla el Instituto Cervantes se realiza por dos vías: a través de sus propios centros y por medio de internet. El Instituto ha puesto en marcha, como queda dicho, dos nuevos instrumentos -los Centros Asociados y las Aulas Cervantes- que tendrán especial incidencia en la región.

Además, junto a las tareas a las que se ha dedicado desde su creación en 1991 -enseñanza del español y actividad cultural-, el Instituto Cervantes prevé dedicar una parte importante de sus recursos y esfuerzos a nuevas tareas, como la formación de profesores de español, la investigación sistemática sobre la situación de nuestro idioma en el mundo y la coordinación de la cooperación para el desarrollo en materia de enseñanza del español (bibliotecas, lectorados de español y becas). En cuanto a los objetivos culturales y de proyección de la lengua española, el Instituto incrementará la presencia y conocimiento de la cultura en español mediante el desarrollo de una programación cultural continuada en las nuevas sedes de Tokio y Pekín, que enriquecerá las posibilidades de hacer giras contando con el Instituto Cervantes de Manila. La programación cultural se desarrollará en colaboración con el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, y será coordinada por el Instituto en las instituciones que deseen pertenecer a su red de Centros Asociados.

La creación de Aulas Cervantes -aulas multimedia con apoyo de un lector- servirán para la consulta a través de Internet de temas de la cultura española y de la cultura en español y para seguir el curso de español en Internet elaborado por el Centro Virtual Cervantes. Estas Aulas trabajarán en colaboración con las Asesorías Lingüísticas y Centros de Recursos del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.

Informará también, a través de las bibliotecas y centros de documentación de las nuevas sedes o de las Aulas Cervantes, de todos los aspectos que interesan sobre España (recursos bibliográficos, informaciones turísticas, económicas, sociológicas, contacto entre profesionales, y demás.

El Instituto se ha propuesto servir de plataforma a las industrias culturales españolas con intereses actuales o futuros en esta zona. Por ello, participará en ferias editoriales, de tecnología lingüística e industrias culturales, fomentará los viajes de estudios a España, apoyará la difusión de manuales de español elaborados en España y trabajará con las asociaciones de editores, productores de cine o televisión, músicos, y demás.

En cuanto a la difusión de la lengua española, el Instituto Cervantes ofrecerá clases presenciales en las nuevas sedes, incluirá esta zona como prioritaria en las dos primeras fases -diagnóstico del español en la sociedad de la información e informe prospectivo sobre las industrias culturales y el comercio en la sociedad de la información- del Plan de Actualización del Español en la Sociedad de la Información. Acreditará a los centros que reúnan los requisitos de calidad exigidos, incrementará el número de personas que se examinen del Diploma de Español como Segunda Lengua de vocación panhispánica y que será acordado con institutos iberoamericanos homólogos.

El centro de Pekín se especializará en la formación de profesores de español, para construir una red de hispanistas y enseñantes. Su misión consistirá también en impulsar el español como lengua de futuro, de las oportunidades económicas, en resaltar la idea de que importantes empresas instaladas allí son españolas y en incentivar el aprendizaje del español por sus trabajadores como estrategia de internacionalización laboral en español.

En cuanto a la mejora de la imagen de España, el Instituto Cervantes llevará a cabo, en colaboración con otras instituciones, un estudio sistemático de las imágenes de España en diversas zonas del mundo, siendo una de ellas la de Asia y el Pacífico. Las conclusiones de este estudio servirán para trazar las estrategias de mejora.

Por lo que respecta a la cooperación para el desarrollo, los objetivos de unidad de acción en el exterior deben complementarse con las necesarias estrategias de especialización: la institución más especializada en cada objetivo de la acción exterior es la que más puede hacer rentable -en contactos, prestigio e influencia- cualquier fondo de desarrollo que se gestione por el Estado español.

Por ello, el Instituto Cervantes reforzará la coordinación con los departamentos competentes para la concesión de becas para el estudio del español, la aprobación de lectorados y el apoyo económico a los departamentos de español de las universidades y a los hispanistas.

Zonas de actuación

Los países prioritarios para el Instituto Cervantes en la región de Asia y el Pacífico son China, Japón, Vietnam, Filipinas, Australia y Nueva Zelanda.

La principal tarea en China consistirá, en una primera fase, en la instalación de Aulas Cervantes, coordinadas desde Pekín, para formar profesores de español. En la segunda, se abordará la enseñanza directa a los alumnos, al igual que se hace en otros países. La colaboración con las empresas españolas que se establezcan en China será una condición de éxito para asociar el español con la idea de lengua de futuro y de desarrollo económico.

Además, la implantación prevista en Pekín servirá para realizar estudios más completos que los que actualmente existen sobre la situación del español que permitan la formulación de una política más detallada, así como llevar a cabo actividad cultural, promover las industrias editorial y de la lengua y extender los Diplomas de Español.

Tanto el Instituto de Lenguas Extranjeras como la Universidad de Lengua y Cultura de Pekín están dispuestos a colaborar con el Instituto en la creación de la primera de sus sedes en China.

En el momento en que se consolide este primer centro, el Instituto creará Aulas Cervantes en Shangai, Xian, Cantón, Kuenming y Tienjin. Se trata de un mínimo de doce Aulas, porque en Pekín y Shangai se requerirá más de una. En estas Aulas se impartirá, de manera preferente, formación a profesores chinos de español, así como programas de postgrado.

En el caso de Vietnam, el Instituto se propone abrir un Aula Cervantes en Hanoi, que será un centro de aprendizaje y que cumplirá una doble función: por un lado, formar a futuros formadores de profesores de español por medio de un programa que incluirá cursos presenciales en Hanoi con la ayuda de personal técnico español y el apoyo de un sistema informático; por otro, la formación de profesores se completará con la asistencia a cursos de perfeccionamiento organizados por el Instituto Cervantes en España.

Además, el Aula dará respuesta a las necesidades de perfeccionamiento en lengua española de los cientos de funcionarios vietnamitas que ya saben español y que necesitan utilizar esta lengua para el desempeño de su labor profesional en el campo de las relaciones internacionales por medio de un sistema de aprendizaje asistido.

El propósito es que este modelo se extienda, bien como Aula Cervantes bien como Centro Asociado, a la India, a Indonesia y a Corea del Sur. El Instituto Cervantes inaugurará también una nueva sede en Tokio. Japón reúne las condiciones idóneas para plantear todos los retos culturales y de apoyo a las industrias de la cultura que se ha propuesto el Instituto. A diferencia de China, en Japón la actividad de cooperación tendrá una orientación más bilateral y de intercambio, y cabe prever éxito en la política de implantación de Centros Asociados.

En Filipinas, junto a la continuidad de la labor que viene realizando el Instituto Cervantes de Manila, que se verá realzada por la actividad que canalice la nueva sede en Tokio, y se desarrollará una mayor coordinación con las actividades que lleva a cabo la Agencia Española de Cooperación Internacional. Se evaluarán también las posibilidades de acercamiento a las poblaciones que mantienen el dialecto de origen español denominado "Chabacano", que hablan entre 600.000 y 700.000 personas.

En los casos de Australia y Nueva Zelanda, el Instituto Cervantes tiene previsto instalar uno de sus centros en Sidney y reforzar la cátedra Príncipe de Asturias de la Universidad de Auckland.

En definitiva, la nueva estrategia del Instituto Cervantes se centra, por tanto, en fomentar convenios de colaboración con universidades para la creación y desarrollo de Aulas Cervantes, en la acreditación de Centros Asociados y en la instalación de nuevas sedes del propio Instituto. Todo ello supone un plan de actuación que contemplará la ampliación de las visitas culturales –conferencias, exposiciones, conciertos y ciclos cinematográficos- a las nuevas sedes del Instituto, a los Centros Asociados y a las Aulas Cervantes que se vayan inaugurando, con objeto de desarrollar un Programa Cultural conjunto para toda la zona asiática.

La coordinación entre los centros del Instituto Cervantes, las Aulas Cervantes, los Centros Asociados, los Consejeros de Educación y los Asesores Lingüísticos del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte en el área permitirán mejorar la atención tanto a la formación de profesorado, como a una progresiva implantación de los Diplomas de Español en toda la zona. Y es que hace ya casi cinco siglos que el grande emperador de la China invitó a Cervantes.

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